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Los 10 conflictos más comunes en una comunidad de propietarios y cómo resolverlos

Escalera de comunidad como metáfora de conflictos más comunes en una comunidad

La convivencia no es fácil. Y en una comunidad de propietarios aún menos. A menudo se crean conflictos que pueden derivar en una mala relación entre los vecinos de una comunidad.

Para evitar futuros problemas, es necesario saber cuáles son los conflictos más comunes que pueden existir en tu comunidad y afrontarlos con paciencia y asertividad. Así que toma nota de los diez conflictos más comunes para poder estar preparado a la hora de solucionarlos: 

Los ruidos, la principal queja entre vecinos

Fiestas donde los decibelios serían capaces de hacer explotar un sonómetro, conversaciones para sordos a altas horas de la madrugada, arrastrar muebles, obras… Ruido. Mucho ruido y poca tranquilidad. Y es que éste es el conflicto más común en una comunidad de propietarios, sobre todo en edificios antiguos donde las paredes no aíslan lo que deberían.

Mascotas, las grandes incomprendidas

Ladridos a todas horas, un gato curioso que se te cuela en casa, un perro sin correa que se te acerca en la portería e incluso excrementos en el césped de la zona comunitaria. Las mascotas son las grandes incomprendidas a causa de sus amos, no siempre responsables y cívicos con el resto de los vecinos.

Músicos en casa

Tener a un pequeño Mozart, Ara Malikian o a un Louis Armstrong de vecino no siempre es motivo de orgullo. Sobre todo, cuando aún son jóvenes promesas. No todo el mundo está dispuesto a escuchar en bucle el chirriar de un violín o el martilleo de una batería.

Uso de las áreas comunes

Lo mío es mío y lo de todos, también. Así piensan algunos vecinos que usan algunas instalaciones comunes como si fuesen suyas: la piscina, pistas deportivas, el jardín, el porche… o que celebran actividades privadas sin el permiso de los demás. 

Reformas, ITE’s, derramas…..

A nadie le gustan las obras. Y menos las que atañen a todo el edificio y/o comunidad de propietarios. Y es que ponerse de acuerdo para aceptar y llevar a cabo las reformas necesarias genera muchas reuniones, a menudo largas, que suelen acabar con discusiones y sin acuerdo. 

Reformas individuales

Y si las reformas del edificio son engorrosas, otro de los conflictos más comunes en una comunidad es hacer obras particulares suele ser uno de los conflictos más comunes entre propietarios. Las reformas particulares fuera de horarios establecidos por la junta de vecinos son fuente de disputas incluso dentro de los horarios en los que pudieran realizarse. Y no solo eso, hacer una reforma que esté estipulada como obra mayor y requiera un permiso de la junta es casi imposible. 

Las fiestas

Acudir a una fiesta siempre es motivo de alegría. Mientras no sea en tu edificio. Las fiestas en un edificio o comunidad suelen acabar molestando a los vecinos y, si no han notificado previamente, suelen finalizar con la visita de la policía. 

La morosidad

Desgraciadamente, en una comunidad de propietarios suele haber morosidad. Vecinos que no están al corriente de los pagos, ya sean debidos a derramas u otras cuotas acordados en consenso por la mayoría de propietarios.

La basura

Es otro conflicto que en realidad sería muy fácil de solucionar si la gente fuese responsable y asertiva para con el resto de vecinos. Sin embargo, a menudo, tirar la basura genera conflictos: Bolsas que gotean y manchan los rellanos y la portería, mal olor en el ascensor o alguna bolsa abandonada más tiempo del necesario en el descansillo del rellano genera malestar en la comunidad. 

Bicicletas y otros medios de transporte

Las bicicletas y ahora también patinetes e incluso los carritos de bebé son también motivo de disputa entre vecinos cuando se aparcan en zonas comunes o en la portería de la vivienda. 

¿Cómo solucionar estos conflictos?

Para que tu edificio no se convierta en 13 Rue del Percebe y las relaciones entre los propietarios de la comunidad sean lo más cordiales posibles existen distintas maneras para resolver los conflictos anteriores: 

1. Hablando se entiende la gente

En primer lugar, la comunicación es lo más importante. Conversar, escuchar y llegar a un acuerdo puede evitar que los problemas se agraven.

2. El presidente es el guardián

Debes saber que una de las funciones del presidente de la comunidad es la de velar por el buen funcionamiento de esta. Por eso, es muy importante contar con la colaboración de un administrador de fincas ya que su experiencia y profesionalidad lo convierte en un perfecto mediador de conflictos.

3. Conocer la ley evita muchos conflictos 

La Ley de Propiedad Horizontal es la legislación que regula la convivencia entre los vecinos de una comunidad y donde se encuentran las posibles soluciones a una gran cantidad de problemas. 

4. Acudir a un abogado especialista en propiedad horizontal

Si se considera que no se puede llegar a una solución consensuada, el administrador de fincas puede ofrecer servicios jurídicos a quien lo requiera y ponerle en contacto con un abogado especialista. 

5. Acudir a la policía

Es un método recurrente que soluciona el conflicto a corto plazo pero no a largo. Por ejemplo, poner fin a una fiesta. 

Si necesitas asesoría sobre la gestión de tu comunidad de propietarios en Peraire os escucharemos y ofreceremos nuestros servicios como Administrador de fincas expertos en Barcelona.