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Sant Jordi 2023, descubre una Barcelona llena de héroes y dragones

La casa Batlló decora los balcones de rosas durante la Diada de Sant Jordi

La Diada de Sant Jordi es uno de los días favoritos de los barceloneses. Las calles se llenan de cultura y libros y se perfuman del aroma de las rosas. Después de un par de ediciones más restrictivas a causa del coronavirus, este año Barcelona volverá a ser un hormiguero de gente que sale a la calle en busca de libros, rosas y sobre todo, buen ambiente.

La leyenda de Sant Jordi

Sobre Sant Jordi y el dragón, la leyenda cuenta que una bestia tenía sometida a la población de Montblanc. Cada día, la gente del pueblo sacrificaba al ganado para saciar el hambre del dragón. Pero poco a poco los animales empezaron a escasear y los vecinos sorteaban quién sería la víctima (una doncella) de la bestia. Pero un día, le tocó a la princesa. Esta aceptó su destino y fue al lugar indicado para satisfacer al dragón. De repente, un joven caballero apareció por ahí y le preguntó qué ocurría. Al conocer la tragedia que vivía Montblanc se ofreció a matar a la bestia. Empuñó su lanza y mató al dragón. De la sangre del monstruo brotó un rosal que la princesa ofreció a Sant Jordi, hoy patrón de Catalunya.

El 23 de abril todos los barceloneses salen a la calle a celebrar la Diada de Sant Jordi. Foto: Isaac Planella.

La rosa y los libros

Además, el 23 de abril de 1995 la UNESCO instauró el Día Mundial del Libro, día en que murió William Shakespeare, en 1616. Un día antes, también moría Miguel de Cervantes.

Así pues, a lo largo del día de Sant Jordi no solo se regalan rosas sino también libros, una bonita manera de conmemorar una de las tradiciones más arraigadas dentro de la cultura catalana.

Una ruta por Barcelona

De hecho, por Barcelona puedes encontrar diversos Sant Jordis y dragones, muchas veces camuflados, que solo los más avispados y curiosos han descubierto. En ocasiones, solo está el héroe, en otras, solo el monstruo. Te animamos a que los descubras:

Casa Batlló

Si hay algún edificio que capte todas las miradas durante la Diada de Sant Jordi es la Casa Batlló, una de las obras más representativas del modernismo y de Antoni Gaudí, en Passeig de Gracia. Si te fijas atentamente, en la fachada podrás encontrar la espada de Sant Jordi (la torre de la que sobresale una cruz de cuatro brazos), las escamas y la cara del dragón (el tejado) y el balcón de la princesa. Es decir, podrás descubrir toda la leyenda a simple vista. Además, durante la Diada los balcones de la Casa Batlló se cubren de rosas gigantes. Un espectáculo que no te puedes perder.

Cientos de rosas cubren los balcones de la Casa Batlló durante la Diada de Sant Jordi.

Casa Amatller

Justo al lado de la casa Batlló encontrarás la Casa Amatller. Obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch en la fachada verás a Sant Jordi luchando contra el dragón. Una escultura realizada por Eusebi Arnau.

En la casa Amatller se puede ver cómo Sant Jordi lucha contra el dragón.

Palacio del Barón de Quadras

En la avenida Diagonal podréis admirar otra obra modernista de Josep Puig i Cadafalch, El palacio del barón De Quadras (Diagonal, 373. El arquitecto reformó el edificio y contó con la colaboración de escultores como Eusebi Arnau. Suya es también la imagen de Sant Jordi en una de las esquina de la fachada, en la que el patrón de Cataluña, de pie, lanza en mano, detiene al dragón. Hoy es la actual sede del Institut Ramon Llull.

Fachada del edificio del Baró de Quadras, en la Diagonal y actual sede el Institut Ramon Llull
En el extremo izquierdo del palco, Sant Jordi y el dragón luchan entre ellos.

Casa de les Punxes

Y es que a Puig i Cadafalch le debía gustar mucho Sant Jordi ya que en la Casa Terrades, más conocida como la Casa de les Punxes (Av. Diagonal, 420), también puedes encontrar al héroe catalán. En la fachada que da a la calle Rosselló, hay un mosaico de un Sant Jordi más reivindicativo en el que se puede leer: «Sant patró de Catalunya, torneu-nos la llibertat».

Mosaico en la Casa de les Punxes donde se ve a Sant Jordi alzándose victorioso sobre un malerido dragón.
El mosaico de la Casa de les Punxes es obra de Enric Monserdà, de 1905

Casa Serra

En Rambla Catalunya 126 os encontraréis un edificio muy singular. De hecho es la fusión de dos edificios que siempre ha causado división entre los barceloneses. Uno de los edificio en la Casa Serra, también de Puig i Cadafalch, y detrás se alza otro más moderno y de cristal obra de Antonio Milà i Federico Correo. Por la parte que da a la avenida Diagonal, un Sant Jordi, obra de Joan Rebull, custodia la Diputació de Barcelona.

En la entrada de la Diputació de Barcelona, un joven Sant Jordi vigila que no venga el dragón.

Palau de la Generalitat

En el centro de la ciudad, en la Plaça Sant Jaume, se encuentran frente a frente el Ayuntamiento de Barcelona i el Palau de la Generalitat. En este último, existen diversos Sant Jordi, pero no todos se pueden ver y admirar, como por ejemplo el que hay en el Pati dels Tarongers. Sin embargo, en la fachada principal, en la misma plaza Sant Jaume, podemos vislumbrar a un Sant Jordi sobre su caballo. La fachada, que fue ampliada por Pere Blai entre 1596 y 1602 se inspiró en los palacios romanos. Sin embargo, esta escultura es obra de Andreu Aleu, a mediados del siglo XIX, y se ubicó en su emplazamiento actual en 1872.

Escultura de Sant Jordi matando al dragón en el balcón del Palau de la Generalitat.
En la fachada del Palau de la Generalitat, en la Plaça Sant Jaume, Sant Jordi se impone al dragón. Foto: Pepe Encinas ©

Ayuntamiento de Barcelona

Al otro lado de la Plaça Sant Jaume, en el vestíbulo del ayuntamiento, encontraréis a otro caballero. Josep Llimona regaló esta estatua de Sant Jordi al consistorio barcelonés que la instaló en el vestíbulo en 1929. La escultura es de 1916, y representa a un caballero joven relajado apoyado en una espada, siguiendo la estética del Noucentisme.

En el vestíbulo del Ayuntamiento se erige el Patrón de Catalunya vigilante

El Sant Jordi más antiguo

Paseando por una de las calles más bonitas del barrio Gótico, la calle del Bisbe, podréis descubrir una de las esculturas más antiguas del santo. Como os hemos comentado anteriormente, en el Palau de la Generalitat hay diversos Sant Jordis. Este está en la fachada gótica de la calle del Bisbe y muchos lo llaman el Sant Jordi astronauta por el casco que lleva. Se trata de una obra del escultor Pere Joan en el siglo XV, entre los años 1414 y 1418.

Sant Jordi que se puede ver en la calle  del Bisbe, en Barcelona.
El Sant Jordi astronauta se encuentra en la calle de Bisbe y es uno de los más antiguos. Foto: Pepe Encinas ©

Claustro de la Catedral de Barcelona

Este Sant Jordi de bronce es obra de Emili Colom, de 1970. Sin embargo, un Sant Jordi más antiguo (de 1449, obra de Antoni Claperós y su hijo Juan) se encuentra en el techo de ese mismo lugar, sobre la figura del patrón.

Estatua-de-bronze-de-Sant-Jordi-en-el-claustro-de-la-catedral
En el claustro de la catedral de Barcelona, encontramos esta estatua de bronze de Sant Jordi. Foto: Pepe Encinas©

Ahora que hemos descubierto algunos Sant Jordis, vamos a la caza del dragón.

La casa de Bruno Quadros

Paseando por las Ramblas es imposible no detenerse delante de este edificio tan exótico, concretamente en el número 82. Conocida popularmente como la casa de los paraguas, este edificio fue reformado en 1885 por Josep Vilaseca con elementos orientales, como el dragón chino que cuelga en una esquina. No es la bestia que mató Sant Jordi pero es uno de los dragones más queridos por los barceloneses.

Un dragón chino contempla el runrún de las Ramblas coronando la casa Bruno Quadros.

La puerta del dragón

Un dragón gaudiniano custodia la finca que se erige en la avenida Pedralbes número 15. Propiedad de la familia Güell, esta propiedad tiene una puerta muy singular conocida com El Drac de Pedralbes. Obra de Antoni Gaudí se considera una obra maestra que se anticipó a lo que después sería el Art Noveau. El dragón es de hierro forjado, tiene cinco metros, alas de murciélago y el cuerpo lleno de escamas. Con la boca abierta enseña una lengua larga y unos dientes afilados.

Cuando la familia Güell compró la finca Can Cuyàs de la Riera, Gaudí construyó un conjunto de pabellones. Más tarde, los Güell cedieron parte de sus terrenos para la construcción del Palacio Real de Pedralbes. Actualmente, uno de ellos es la sede de la Cátedra Gaudí.

La porta del drac es obra de Antoni Gaudí donde un dragón de hierro forjado custodia la entrada a la finca.
Esta obra de Antoni Gaudí se considera precursora del Art Noveau.

El dragón más famoso de Barcelona

El inconfundible, el más internacional y el más visitado. Nos referimos al dragón del Parc Güell (que en realidad es una salamandra). En la entrada principal al recinto por la calle Olot se encuentra la famosa escalera partida en dos por un juego de agua donde reina un dragón multicolor, icono barcelonés y seguramente, el dragón más instagrameable de todos.

El dragón del Parc Güell tiene la piel está cubierta por el famoso «trencadís» propio del modernismo catalán.

Un dragón colosal

Aunque no os lo creáis, muchos barceloneses desconocen que viven junto a un dragón de más de 30 metros de largo y 12 de alto. Y es que en el Parc de l’Espanya Industrial, en Sants, nos encontramos con este dragón obra del escultor vasco Andrés Nagel y que se instaló a finales de los años 80. Pero a diferencia del dragón de la leyenda de Sant Jordi, esta bestia hace las delicias de los más pequeños, ya que es un tobogán enorme. Si os subís a las escaleras tendréis una perspectiva excelente, con las torres de luz que han dado una personalidad única a este parque.

Vista aérea del Parque de la España Industrial donde se ven las torres de luz tan características y la escultura del dragón.
Un gran dragón vive en el Parc de l’Espanya Industrial, obra de Andrés Nagel.

Más dragones y más Sant Jordis

Como veis, el patrón de Catalunya está presente no solo el día 23 de abril sino en la arquitectura barcelonesa (y de toda Catalunya), la escultura, en la gastronomía (probad el «Pa de Sant Jordi»)… En cualquier expresión artística, a Sant Jordi siempre se le rinde homenaje. Y aunque aún quedan muchos héroes y bestias por descubrir en Barcelona (como una lucha entre el santo y la bestia en els 4 Gats), lo haremos la próxima Diada.

Y vosotros, ¿conocéis algún Sant Jordi escondido por Barcelona?